La herramienta brutal para conseguir clientes DESEOSOS de trabajar contigo

¿Eres copywriter, redactor, community manager o trabajas con los textos de tus clientes en general?Ser freelance es todo un reto. No se trata solo de tener la valentía y la convicción de montar nuestro propio negocio online, donde TODO va a depender de nosotros.

Y el primer obstáculo que debemos superar es la captación de nuestros primeros clientes, casi nada. Para muchas personas este es el paso más complicado, ya que, aunque tengas muy buena formación en tu sector, no tienes por qué saber ofrecer tus servicios de manera atractiva.

¿Has tenido alguna reunión o consultoría con un posible cliente?

Si conseguimos identificar su principal problema y exponer de manera clara y directa cómo podemos solucionarlo, puede que esa reunión termine con una petición de presupuesto.

En el mejor de los casos, esa persona puede quedar tan prendada de tu valiosa ayuda, que quiera contratarte directamente, aunque eso no suele ocurrir.Y ahora viene la parte más importante del proceso. ¿Cuántos de esos presupuestos cierras con éxito?

Si tú también has tenido la sensación de que ese cliente se estaba perdiendo una gran oportunidad por no haberte contratado, y también te gustaría crear propuestas de trabajo rompedoras, en este post te voy a mostrar un gran y desconocido recurso que hará que esas personas quieran trabajar contigo.

Aunque no tengas ningún cliente, ni testimonios o portfolio, da igual. ¿Estás listo?

¡Allá vamos!

Paso 1: Detecta el problema del posible cliente y analiza los errores y mejoras de sus textos

A partir de aquí, los ejemplos que te voy a mostrar son desde mi perspectiva como copywriter, pero tú puedes aplicarlos a tu caso concreto.

Lo primero que tenemos que hacer es identificar el principal problema de ese posible cliente, o lo que es lo mismo, qué textos necesita revisar contigo. Principalmente, podemos trabajar con los siguientes tipos de textos:

1.1 Textos de copywriting, que generalmente suelen ser:

  • Textos de la web:home, “sobre mí”, páginas de venta o servicios y demás.
  • Emails de venta: campañas de email, autoresponders, etc.
  • Anuncios de Facebook, Instagram u otras plataformas.
  • Guiones de vídeo.

1.2 Y en cuanto a redacción, podemos trabajarla en:

  • Posts o artículos del blog.
  • Emails de newsletter. 
  • Cualquier contenido que esté enfocado a informar y aportar valor (revistas, redes sociales, ebooks, etc.)​

Tu misión será analizar ese texto en concreto y apuntar los principales errores que hay que subsanar y, al lado, las soluciones que tú le aportarás.

En este caso, voy a tomar como ejemplo un anuncio de Facebook de Webempresa que encontré de casualidad y me llamó la atención. ¿Por qué?

Porque exponen una serie de características de sus servicios, pero no veo tan claro los beneficios. Y, a estas alturas, ya sabrás que siempre tenemos que trabajar en base a ellos. Por lo que mi tarea en este tutorial va a ser convertir esas características en beneficios.

Paso dos: Vamos a la magia, modificar el contenido de ese texto en directo.

Antes de hacer esto en vivo junto con el cliente, te recomiendo practicar el día antes tranquilamente, para saber exactamente qué cambios rápidos puedes hacer, que le dejen con la boca abierta y vea de lo que sois capaces en unos minutos.

Para ello, vamos a utilizar una herramienta que nos permite “hackear” el código de esa web para que se convierta en un archivo completamente editable. Y te voy a enseñar 2 formas diferentes de hacerlo, para que elijas la que más te guste o si en algún momento necesitas recurrir a otra.

*AVISO IMPORTANTE: Los cambios que hagas sobre cualquier texto solamente los puedes ver en tu ordenador, es decir, son cambios locales. En el momento en que reinicies la página, esta volverá a su estado original, así que no hay ningún riesgo ni vas a destrozar nada.

También decirte que, aunque esto no es ilegal, no lo uses con intenciones violentas, poco éticas o para insultar. Sobre todo si vas a publicar o enviar capturas de pantalla con esos cambios, tú eres totalmente responsable de lo que haces y sus consecuencias.

2.1 La forma rápida de manipular cualquier página web

La manera más rápida de hacerlo es añadiendo un código al navegador web (el que quieras) a través de un marcador. El código es el siguiente:

javascript:document.body.contentEditable = ‘true’; document.designMode=’on’; void 0

Primero, vamos a Google e introducimos este código en la barra de búsqueda, y cuando demos a Enter, nos tendrá que salir este primer resultado:

Como ves, en ese resultado vuelve a aparecer el mismo código. Tendrás que subrayarlo con el ratón, para después arrastrarlo hasta la barra de marcadores del navegador. En mi caso, yo lo estoy haciendo con Google Chrome.

Ahora puedes darle clic derecho y “Editar” a ese marcador para ponerle el nombre que quieras, por ejemplo: “Editar web”.

A partir de ahora, cuando estés en cualquier web, le das a ese marcador y, automáticamente, podrás editar toda la página.

¡Voilà! Ya puedes compartir la pantalla al cliente y hacer los cambios que quieras, mientras se queda totalmente pasmado.Este es el antes y el después del anuncio de Webempresa, en el que transformé unas simples características en beneficios claros para sus clientes:

2.2 La forma “lenta” de cambiar el contenido de cualquier web

Para esta segunda opción, vas a necesitas abrir la herramienta para desarrolladores de tu navegador. Puedes buscarla en el menú de opciones o mediante la tecla “F12”.

Si no te funciona solo con “F12”, prueba con diferentes combinaciones con las teclas “Control + F12”, “Alt. + F12” o “Fn + F12”. En mi ordenador funciona con la última: “Fn+F12”.

Ahora, fíjate muy bien en una parte del código que suele estar al principio. Una parte que se llama“body” y que es la que contiene el código de toda la página que estamos viendo. Una vez lo localices, tienes que hacer clic con el ratón encima de él.

En la ventana que te saldrá, selecciona “Add atribute” y después escribe con el teclado el siguiente comando: “contenteditable” (sin las comillas). Verás que, mientras lo escribes, se añade él solito al final del código de “body”. Para finalizar, presiona “Enter” y cierra la herramienta.

Y listo, ahora ya puedes modificar nuevamente cualquier parte del texto de la web, desde enunciados, bloques de texto, botones, etc.

Ahora que puedes editar cualquier página web, ¿cómo vas a usarla con en tus futuras reuniones?

Espero de ti 2 acciones. La primera, que me cuentes en los comentarios cómo vas a utilizar este truco para impresionar a tus clientes potenciales y si crees que ha merecido la pena conocerla.

La segunda, que te suscribas a mi canal de YouTube y a mi Newsletter si quieres estar al tanto de todos los consejos sobre copywriting, redacción y gestión de clientes. 

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Dime, ¿qué te ha parecido el post?​

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