La técnica increíblemente eficaz de un mentiroso compulsivo para captar la atención de tu audiencia.

Lo que voy a contar ahora no es solo una técnica brillante para hacer que la gente te preste atención…

sino para tener mejores clientes y hasta para fines educativos.

La encontré leyendo un artículo donde un tipo contaba su experiencia en la universidad, cuando estaba sacándose la carrera de Economía.

Contaba que tenía una asignatura que era infumable.

Estaba llena de teoría, números, fórmulas, cálculos… y era muy densa. Prácticamente ningún alumno prestaba atención a las clases habitualmente.

Hasta que, en un curso de diez semanas al que se apuntó, le tocó un profesor llamado Dr. K que era «mentiroso crónico».

A ver, no literalmente. Déjame explicarte.

 

 

En la primera clase del curso, el Dr. K dijo durante la presentación:


«Sé que algunos de ustedes ya habéis oído hablar de mí, pero para aquellos que no me conocen, permitidme explicar cómo enseño.  

Desde hoy hasta la clase justo antes de los finales, mi intención es trabajar en cada una de mis clases… una mentira. Vuestro trabajo como estudiantes es, entre otras cosas, tratar de pillar mi Mentira del Día.» 


Fíjate en el proceso.

Sus charlas no eran del tipo «esta es la verdad y os la tenéis que comer con papas, os guste o no».

Eran más bien del rollo «quiero que cuestionéis todo lo que digo».

Al haber una mentira escondida en cada clase, obligaba a todos los alumnos a estar completamente atentos, analizando cada frase que decía, tomando apuntes, e incluso debatiendo con otros compañeros sobre lo que podría ser falso.

Cuando la adivinaban, el profesor desarrollaba el tema para enfatizar por qué era así.

Y cuando no…

Simplemente les decía:

«¡Bueno! Tenéis una mentira en vuestros apuntes. Discutid entre vosotros cuál puede ser, y os lo diré el próximo lunes.» 

Eso mantenía a los alumnos conectados a la asignatura de una manera natural, intrigante y hasta divertida.

 

 

No sé si ya has adivinado la manera en la que esto te puede ayudar a mantener la atención de tu audiencia en tus emails, tu copy o cualquier otro contenido.

Y no estoy diciendo que incluyas mentiras en tus textos para que el lector las encuentre.

Aunque podrías intentarlo, quién sabe.

En realidad es algo muy parecido.

Porque en el copy estamos trabajando continuamente con mentiras.

-Tu promesa de venta es mentira

-Tus argumentos son mentira

-Las ventajas y beneficios de tu producto son mentira

-Tu autoridad es mentira…

Pero son mentira PARA tu cliente potencial en ese momento. Tus lectores siempre buscarán razones para no creer nada de lo que digas.

Es tu trabajo jugar con esas «mentiras» en el texto para ayudar al lector a reflexionar, pensar desde otros ángulos, hacer conjeturas y…

Darse cuenta de por qué finalmente tienes razón.

Tienes que darles la libertad de que cuestionen todo lo que digas.

Pero hacer esto requiere tener opinión propia y atreverse a llevar la contraria a todos los dogmas de tu mercado con los que no estés de acuerdo. Y ser convincente y astuto en la manera de probar lo contrario.

Saber hacerlo es maravillosamente rentable para cualquier negocio.

Yo sé cómo y lo puedo hacer para ti, aquí:

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