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Algún bar de Utrera
Querido suscriptor:
Si quieres construir una lista de emails (a.k.a el activo más valioso de un negocio online) para hacer el máximo dinero con el mínimo esfuerzo posible durante tu (esperemos) larga y vigorosa vida, te lo cuento en esta carta.
Déjame que te cuente una historia divertida.
Ocurrió hace unos meses, antes de mudarme a mi nueva casa.
Mi casera me pidió algún documento de ingresos que demostrara básicamente que podría pagarle. Cuando se lo envié me respondió con un mensaje que no esperaba…
«Pero ¿tú a qué te dedicas?»
Podía oler su desconfianza como los buitres huelen la carroña.
Se lo expliqué pero…
Me lo volvió a preguntar hasta tres veces en los siguientes días. Y seguía sin darme el ok para alquilar la casa.
Es lo más cerca que he estado de sentirme narco, en serio.
¿La cuestión?
No sabía cómo explicarle que simplemente me dedico a enviar emails que me llevan unos 20-30 minutos escribir a una newsletter donde hay unos cuantos miles de personas.
Entiéndeme… me daba miedo que pensara que la estaba engañando o algo así.
Y en el fondo la comprendí.
Para la gente de a pie no es normal que una persona se gane bien la vida haciendo algo tan básico.
Bueno… para ser honesto te diré que mucha gente en el mundo del marketing y los negocios piensa lo mismo.
«No puede ser tan fácil. Tiene que haber algo más…»
Han creído siempre que las ventas tienen que ser algo complicado.
Y justamente lo que no saben (ni la gente de a pie ni la que tiene negocios) es que esa creencia es la que les lleva a complicarse la vida, ver menos oportunidades a su alrededor ─que están ahí─ y tener muchas más dificultades para comunicarse con su audiencia, crear contenidos que conecten, convertirse en líderes de su mercado y…
Atraer compradores de forma constante, sin esfuerzo, sin preocuparse por vender.
Si estás leyendo esto es muy probable que también pienses eso.
Déjame decirte que las ventas pueden ser difíciles cuando te centras únicamente en las técnicas, las frases hechas y en tratar de encontrar el truco en todo.
Pero la realidad es que…
Pueden resultar muy fáciles cuando comprendes que lo único que tienes que hacer es entender cómo piensa tu mercado, averiguar qué quiere la gente que compra continuamente soluciones a sus problemas y darles lo que quieren…
Una y otra vez.
Entender el funcionamiento de las creencias de la gente y la mecánica de los problemas ─es decir, por qué la solución a un problema solo marca el incio del siguiente y cómo se relaciona eso con la creación de ofertas y el diseño de embudos.
Si controlas eso y eres capaz de hacer que un grupo de personas te siga y quiera escucharte a TI…
Tu visión del marketing y las ventas cambiará para siempre.
Tu vida será mucho más tranquila, sencilla y disfrutable.
Eso significa:
Menos estrés por no llegar a todo lo que te propones… por no tener que quedar bien con todo el mundo y malgastar tu tiempo y energía en clientes con los que no disfrutas trabajar…
Dejar de sentirte culpable cuando tus hijos te reclaman un poco de atención y vuelves a decirles que no… de no poder conseguir clientes que te paguen sin poner objeciones o pedir descuentos… de no poder dedicarle más tiempo a tu familia… o de tener discusiones con tu mujer, que cada vez está más cansada y sin brillo en sus ojos.
Si algo de esto resuena contigo y quieres tener de una vez el tipo de negocio que te dé la libertad y las ventas que siempre has querido…
Así es como se logra en la vida real:
Construyendo y vendiendo a tu propia lista de compradores.
Sí, has leído bien.
No he dicho tu lista de «emails» sino de «compradores». Y es que no es lo mismo una cosa que la otra.
Una lista puede estar llena de decenas de miles de emails que no compran nada y que raramente abren los correos…
Mientras que una lista de unos pocos cientos de personas comprometidas puede generar varios miles de euros al mes.
¿La diferencia?
Que los leads que hay dentro tengan dos requisitos:
1) Dinero
2) Intención real de compra.
Por ejemplo, estoy escribiendo esto un lunes por la tarde cualquiera.
Son las 6:09 pm cuando escribo esto y estoy tomándome un rico café en mitad de una calle con mi mujer mientras hacemos tiempo para recoger a nuestra hija Avril, que está en la ludoteca en la fiesta de cumpleaños de una amiguita.
No tengo que estresarme por no tener tiempo. No tengo que cumplir con ningún equipo ni reunirme con ningún cliente.
La base principal de mi trabajo consiste en pensar nuevas ideas para productos y escribir emails.
(O escribir de vez en cuando cartas de venta en la calle tomando café jeje).
La mayor parte del dinero que he hecho en los 11 años que llevo en el mundo de la venta —física y online— que también me ha dado la libertad que siempre he querido, ha sido gracias a saber trabajar y hacer crecer mi audiencia.
Meter gente en una base de datos.
Conocer sus problemas.
Saber lo que quieren.
Y dárselo, día tras día.
Pero no siempre ha sido así de fácil, la verdad.
Cuando creé mi newsletter hace 5 años, las cosas eran muy distintas.
Enviaba emails a menudo a mi lista y siempre trataba de vender algo.
Pero la realidad es que aunque la gente leía mis emails y de vez en cuando me respondían dándome las gracias por todo el valor que compartía…
No estaba generando dinero.
En ese momento apenas generaba 800€ al mes como copywriter (siendo autónomo) y tenía una familia de 3 personas más a la que mantener. Y como era el encargado de traer el dinero a casa (no lo digo como algo negativo sino como una responsabilidad)…
Vivía realmente estresado.
Si te soy sincero…
Pensé en dejar de escribir emails (incluso el copy) unas cuantas veces, cuando veía que me esforzaba demasiado y el dinero que ganaba no merecía la pena.
Pero si avanzamos rápido al día de hoy…
Mi vida es totalmente diferente.
En mi familia hay un miembro más, vivimos en una casa bonita y un vecindario muy tranquilo.
Y este último año mi negocio superó las 6 cifras en ventas.
Trabajando yo solo.
Sin equipo.
Sin afiliados.
Sin publicidad.
¿La principal diferencia?
Pasar de captar leads que solo buscaban regalos y consejos gratis…
A atraer a personas dispuestas a comprar e invertir en sí mismas.
Eso hizo toda la diferencia.
Así de importante es.
Y eso es lo mismo que quiero para ti.
Tengo la firme convicción de que cualquier persona con la suficiente ambición, disciplina y capacidad de pensar, planificar y trabajar a largo plazo, puede construir una lista que también le permita vivir más cómodo, tener más tiempo, no acabar quemado con el negocio y dejar de perseguir (malos) clientes.
¿Te motiva la idea? Me parece genial porque…
Tengo un taller exclusivo que una vez hice para los miembros de mi membresía HIGHER.
Se llama:
«Cómo Construir Una Lista De Compradores
Con La Que Hacer Dinero El Resto De Tu Vida».
En él enseñé todos los fundamentos y piezas móviles que hacen falta para tener una newsletter llena de personas con dinero y ganas de comprar —que lejos de lo que muchos piensan, no es tan sencillo como captar leads con un ebook o un webinar gratis y enviar emails de venta.
Para aficionados eso quizá está bien.
Pero apenas araña la superficie de lo que es convertir tu lista en sí misma en un negocio.
Hay una buena cantidad de factores y detalles que influyen —desde la estrategia, el embudo, el marketing, el posicionamiento o la marca personal hasta los aspectos técnicos— y curiosamente el copy es la menos importante.
Total.
Al principio mi idea era hacer ese taller y no volver a repetirlo.
Pero días después algunas personas me escribieron preguntándome si había alguna otra manera de conseguirlo.
Básicamente porque la mayoría de los negocios online necesitan aprender a construir una lista de la forma correcta y evitar los errores más comunes que hacen que los emails no conviertan, acaben en la bandeja de spam y que la gente no los abra.
Y viendo que sigue habiendo mucho interés decidí volver a sacarlo a la luz.
En concreto, se trata de la grabación del taller original (junto con algunos jugosos extras que te contaré un poco más abajo).
Aquí tienes un adelanto de lo que encontrarás dentro: