Lección de un divorciado para mantener tu relación de pareja y que nunca te falte el dinero.

Leí el otro día la historia de un tío que contaba cómo había jodido su matrimonio.

Y te advierto:

Si bien no encontrarás nada revolucionario en este email, sí podría ayudarte a construir y consolidar relaciones sanas y fuertes.

Tanto con tu pareja como con tus suscriptores y clientes.

La parte sentimental va dirigida a los hombres.

La parte comercial, para todos.

A ver, cuando se jode una relación importante se suele pensar que es por un error gordo.

Poner los cuernos, violencia física o verbal, olvidarte de su cumpleaños o del aniversario…

Cosas así.

Pero en realidad, la mayoría de los matrimonios no se rompen por eso.

(Hablo de matrimonios porque son las relaciones que más están basadas en la convivencia y el largo plazo). 

Este tipo lo describió así:

«Mi mujer me dejó porque a veces dejo los platos junto al fregadero» 

Y es cierto.

Las rupturas llegan por cosas aparentemente poco peligrosas como

-tirar la ropa al suelo
-dejar la mesa sucia
-desordenar todo mientras ella es la que ordena
-monotonía

Etc.

Técnicamente no estás haciendo nada malo.

Ni siquiera estás haciéndole daño ni ofendiéndola.

Pero ella lo percibe como una falta de respeto y consideración.

Los hombres tratamos de comprenderlo racionalmente, pero no se trata de eso.

 

 

Entonces…

El verdadero equilibrio no viene del amor mutuo.

Viene de saber que cada uno tiene su espacio y necesita su parcela de libertad…

al mismo tiempo que tratar de comprender el espacio mutuo donde se hacen las cosas pensando también en el otro.

Como pasa con las ventas.

Mucho más con el copy, donde no tienes una conversación directa con el lector.

La mayoría de la gente se preocupa por tonterías a la hora de vender.

Por ejemplo, en el email marketing.

Se preocupan por cosas como:

-no molestar
-el spam
-no me querrán comprar
-hay mucha competencia
-las faltas de ortografía
-la longitud del email
-no ser creativo…

y la lista podría seguir un rato.

No se dan cuenta de que esas cosas son las que están dentro de sus parcelas.

Son sus propios miedos, prejuicios y proyecciones.

Asumen que eso es lo que quiere o no quiere su audiencia y actúan sin pensar en cómo se perciben sus mensajes.

Así que terminan cometiendo muchos errores pequeños pero afilados como agujas…

que poco a poco se cargan la relación con la lista.

Errores como el aburrimiento, la soberbia, la prepotencia, la búsqueda de aprobación, la incongruencia, la desconfianza, la falta de claridad, etc.

Y la confianza de tu lista tarde o temprano se marchita.

 

 

Sobre cómo construir una relación donde no todo tiene que ser amor, caricias, sexo y regalos sino también conflicto, tensión, giros y emociones, tengo un newsletter.

Un newsletter donde envío un email al día para aprender copywriting y ventas.

Ahí te escribo emails tan buenos y tan entretenidos que casi no podrás parar de leerlos y puede que acabes sintiendo unas irrefrenables ganas de comprar.

Si te pica el gusanillo, te puedes apuntar aquí:

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