Una suscriptora llamada Pilar me hace la siguiente pregunta:
«Hola Iván, buenas tardes, cómo va todo?
Te sigo en twiter y tus newsletter. Sinceramente debo reconocer que he descubierto el copywritting hace tan sólo unos meses, no sabía que existía…. vaya tela la mía. Y debo decirte que aportas valor con tus aportaciones.
Pero vamos al grano, mi duda es la siguiente:
yo tengo una inmobiliaria (hace 20 años) no te pienses que soy muy mayor ya que comencé muy joven; y tengo mis dudas de cómo el copy puede aportar valor a mi trabajo, o puede ayudarme a vender mi producto, más allá de elaborar los comentarios de manera especial en idealista o fotocasa.
Probablemente sea ignorancia, pero sí me gustaría poder despejar esta duda para saber si realmente es necesario que invierta en este producto o servicio.[Emails 1K 2.0]
Espero tu respuesta, gracias¡»
Lo voy a explicar con una historia real.
El coche que tengo es uno de esos tipo familiar, y lo tengo desde hace diez años por lo menos.
Al principio lo compré porque era la mejor oferta que encontré.
O pensaba que lo había comprado por eso…
Porque años más tarde, me he dado cuenta de las razones por las que realmente preferí un coche así, y por qué me niego a cambiarlo de momento (aunque Oriana me insiste cada dos por tres de que tengo que cambiarlo).
Escucha.
Hace unos seis años, habiendo dejado de trabajar en la última empresa donde fui vendedor, me salió una oportunidad para ir a trabajar a Galicia.
Mi coche me permitió guardar todas mis cosas en el maletero y llevar «mi casa» a cualquier lugar.
Con otro tipo de coche probablemente no hubiera podido transportar todo.
Meses más tarde, cuando estaba a punto de finalizar mi etapa en Galicia, me hice algunas escapadas con el coche para visitar sitios perdidos, antiguos y folclóricos de las terras galegas, finalizando en el Cabo Finisterre.
Si hubiese tenido otro tipo de coche…
No habría podido meter un colchón dentro y dormir mientras la lluvia golpeaba con un relajante traqueteo el techo y las ventanas en medio del silencio de la noche.
Y en otro tipo de coche tampoco se podría follar tan cómodo.
No sé si sabes por dónde voy.
Lo que quiero decir es que las personas no compramos un producto por lo que es en sí.
Compramos las experiencias, historias y recuerdos que vamos a albergar alrededor de él (o con él).
Para una inmobiliaria (y para cualquier negocio en general) es exactamente lo mismo.
¿Cómo hacer que vender o alquilar casas sea algo apasionante para el público?
Pues eso te lo enseño dentro de mi newsletter, a la que te puedes apuntar gratis (e irte cuando quieras) aquí abajo:
PD: Tanto para vender una casa como para cualquier producto (digital o físico) o servicio, diseñar una buena comunicación es algo fundamental. Si estás buscando contratar un copywriter profesional, puedes conocer mis servicios de copywriting aquí:
