Noticia impactante:
Mónica F. de origen extremeña, cumplirá nueve años de prisión por atentar contra la dignidad, libertad de expresión y derechos de 437 emprendedores.
Todos ellos freelance en situación de buscar clientes, a los que engañaba con la excusa de «regularizar» su situación laboral contratando sus servicios.
De cinco de ellos abusó intelectualmente y los sometió a castigos reprobables como:
Hacerles arrodillarse sobre dos garbanzos u obligarlos a desuscribirla manualmente de sus listas de emails, al grito de «bórrame o te meto el enlace de baja por el culo».
Los 437 emprendedores han sido atendidos por un equipo de psicólogos de la Seguridad Social.
Bueno, todos menos uno que falleció al arrojarse al vacío desde un noveno piso. El desafortunado desenlace se produjo mientras decía «prefiero morir antes que pasar por la humillación de borrarte de mi lista».
Esta psicópata captaba emprendedores con cargas familiares y/o una gran necesidad económica, vulnerables, sin arraigo ni apoyos. Siempre con el pretexto de pedirles presupuesto «para un trabajito».
Tal y como sostiene la Fiscalía, buscaban a freelance desesperados por trabajar que se anunciaban en las redes sociales, ofreciendo un regalo increíble a cambio del email.
Una vez dentro de su lista, se ganaban su confianza diciéndoles «me encantan tus emails, son muy diferentes».
Y luego, bajo engaño o coacción, creaban «un clima de temor y angustia» para doblegar la voluntad de las víctimas y «perpetrar contra sus propias opiniones e ideologías».
La Fiscalía pedía para la mujer 37 años de prisión y la acusación particular 53.
Pero finalmente será condenada a tan solo nueve.
Eso sí, no sin antes mostrar su intolerancia y disconformidad:
«No estoy de acuerdo con el veredicto. ¿No me puede juzgar alguien que piense un poco como yo, por favor? No pido favoritismos, solo un poco de criterio»—han sido sus últimas palabras antes de ser esposada y llevada directamente a prisión.
Las víctimas, procedentes de España, México, Colombia y Nicaragua, también serán indemnizadas por la acusada, que pagará a cada una 1.000€, y 6.000€ a dos de ellos, ambos «copywriters», porque sufren trastorno de estrés postraumático.
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Noticia espeluznante, realmente.
Lo más importante en estos casos es no sucumbir a presiones. Es mejor ir a la policía.
Y desde luego, aprender a escribir emails que hagan que estos delincuentes —que campan impunemente a sus anchas— huyan de tu lista antes de que puedan intentar engatusarte.
Puedes aprender unas cuantas cosas útiles sobre eso aquí:
https://www.ivanorange.com/emails-1k
Iván Orange.
